martes, 16 de febrero de 2010

¿SERÁN LOS ÚLTIMOS DÍAS?

Por César Sánchez Martínez
En los últimos meses estamos viendo por los medios de comunicación, hechos que nos conllevan a pensar si estamos en los últimos días. Los ríos se desbordan, las ciudades están bajo las aguas, en algunos casos en forma literal, y la delincuencia sigue creciendo a pasos agigantados.

En algunas ciudades se vive excesos de calor y los problemas climáticos y del calentamiento global, parecen que no acabarán ahí. Lo ocurrido en Machu Picchu no sólo ha perjudicado a la economía regional del Cusco, sino que significa que se han perdido grandes posibilidades de incrementar el turismo hacia el Perú.

Recientemente, el 14 de febrero, dizque "Día del Amor", se han realizado en Lima, seis matrimonios homosexuales entre gays y lesbianas, que en mis tiempos juveniles se les conocía como "maricas" y "machonas". Suenan fuerte estas palabras, pero se usaban para distinguir quién es quién en el barrio. Ahora el sexo tal como Dios lo creó entre varones y mujeres, se distingue entre varones, mujeres, gays, lesbianas, trans, travestis, bisexuales, etc. En ciertos casos hasta han inventado "géneros" para justificar diversos estilos de vida que la Biblia condena.

Suelo ver el noticiero de Panamericana Televisión "24 Horas" (creo que ya debo cambiar esa costumbre) y la verdad es que el 95 por ciento de la información es acerca de asesinatos, accidentes, violaciones sexuales, muertos por aquí y muertos por allá. La cosa es un poco deprimente. ¿Es que acaso no hay buenas noticias?

Como hombre de prensa observo, no solamente en el Perú sino también en otras latitudes, que hay medios que exclusivamente existen para cuestionar o criticar acciones de otras personas o grupos sociales y económicos. Unos se defienden y otros se atacan. Ya no es el periodismo que aprendí en San Marcos: Informar, educar y entretener. ¿Cómo se extraña el diario La Prensa o El Comercio de los años ochenta?

Hasta en las iglesias los problemas se dan. La pedofilia y otros males en la iglesia oficial, mientras que en las minorías religiosas, pecados de moralidad y otras cuestiones éticas. ¿Cuántos pastores y líderes evangélicos han abandonado a sus esposas para irse con tal o cuál hermanita? Los bautistas no escapamos a esa realidad. También tenemos nuestras cosas, empezando por el "chisme" y otros pecadillos.

Cuando era muchacho, en mis primeros años de cristianismo anhelaba estar en la iglesia y charlar con los hermanos mayores en la fe. Hoy me cuesta hacer eso, especialmente cuando los problemas vienen del liderazgo y no de la iglesia en general. A algunos no les gusta que diga las cosas como son. Piensan que por ser amigos de ellos debo defender siempre sus causas. Otros, saben utilizar mi posición para sus intereses, usando la política del papel higiénico: Usar y desechar.

En fin, son algunas reflexiones que escribo en voz alta, no para satisfacer u ofender a nadie, simplemente para decir que nos damos cuenta que hay cosas que deben cambiar para bien.

lunes, 15 de febrero de 2010

PRONUNCIAMIENTO
Ante el pedido de algunos queridos hermanos que han sido miembros de nuestra iglesia y que mediante correos electrónicos han solicitado cierta información de los hechos que han sucedido en nuestra congregación, en mi calidad de periodista y creyente informó lo siguiente:

  1. Es verdad que hubo acontecimientos en nuestra iglesia ocurridos el año pasado y que es conocido por algunos otros creyentes que asisten a diversas congregaciones en Lima, provincias y extranjero.
  2. También es verdad que el año pasado hubo cambios ministeriales y que desde la madrugada del viernes 12 de febrero de este año, nuevamente se han dado otros cambios.
  3. Como congregación estamos superando algunas situaciones y que los únicos responsables e involucrados son los miembros de la iglesia.

En tal virtud, les ruego a mis amados hermanos, no seguir solicitando cierta información por las siguientes razones:

  1. Los hechos ocurridos en nuestra iglesia son de índole ministerial y congregacional. Sólo nos compete a nosotros mismos.
  2. No es correcto difundir cosas por la web, portales, correos y otros medios tecnológicos, porque se podría afectar la buena reputación de las personas, peor aún, si éstas carecen de pruebas fehacientes.
  3. No es verdad decir que estamos en peleas. Esa palabra supone carnalidad y hasta pecado por calumnias, y no es la realidad de nuestra iglesia.
  4. Lo que si es cierto es que estamos curando heridas derivadas de algunas acciones ocurridas durante años y conocidas recién en el 2009, y que eso requiere tiempo y mucha oración. Por esa razón, les rogamos vuestras oraciones no sólo para el cuerpo ministerial, sino a favor de la iglesia misma.
Herrmanos míos, me he visto obligado a escribir este pronunciamiento porque recibiendo correos y administrando un blog, que ahora lo comparto a título personal, me es impuesta la necesidad de decir algo, y porque, además, el periodismo así lo exige por ética.
También les informo que NO FORMO PARTE de ningún grupo y que sólo me baso en lo que diga la Biblia que es mi única regla de fe y práctica desde el día de mi conversión bajo el ministerio del pastor Rodolfo García en 1974, aunque desde niño recibí la Palabra.
Por lo tanto, les pido a algunos hermanos, especialmente familiares de los involucrados ministerialmente, dejarme de insultar e indisponer ante terceros. Algún día yo daré cuenta ante mi Dios de mis actos y de lo que escribo. Además, deseo ardientemente, mientras no ocurra la segunda venida del Señor, servirle con conciencia limpia en todo.
El Señor bendiga a cada uno de ustedes y perdonen mi franqueza.

Fraternalmente,

CESAR SANCHEZ MARTINEZ