jueves, 20 de octubre de 2011

LAS "HIJAS DEL REY" 4

Esposas de pastores.
A la derecha, la hermana Isabel Vda. de Millares.
De izquierda a derecha, mujeres piadosas de la Primera Iglesia
Bautista del Callao: Nicolasa, Emilia, Alejandrina, Violeta,
Noemí, Mirtha, Mercedes y Rosa. 

LAS "HIJAS DEL REY" 5

Mujeres piadosas de la Iglesia Bautista "Amigos de Israel"
de La Perla, Callao.
Miembros de la Iglesia Bautista de La Oroya, Junín.
Colaboradoras de la Primera Iglesia Bautista del Callao.
Miembros de la Primera Iglesia Bautista del Callao.
Un grupo de mujeres piadosas, entre ellas Norma de Queirolo
(vestida de color lila)

LAS "HIJAS DEL REY" 6

Esposas de pastores, miembros del Ministerio "HIJAS DEL REY".
Miembros de la Iglesia Bautista "Amigos de Israel" que ministra
el pastor Giovanni Queirolo Arizola, en La Perla Baja, Callao.
Las hermanas orando por necesidades específicas.
La oración al final del Culto realizado en la Primera Iglesia
Bautista del Callao.

sábado, 8 de octubre de 2011

LA CARRERA CRISTIANA EN EL MUNDO MODERNO

Por César Sánchez Martínez
El creyente tiene una gran carrera por delante. El libro de los Hebreos, en el capítulo 12, nos habla de poner nuestros ojos en Jesús. El primer versículo se refiere a despojarnos de toda clase de peso. Es decir, de todo aquello que hace pesada nuestra carga. Por el contrario, vemos en la Biblia que el Señor nos promete que nuestra carga puede ser ligera si confiamos en él.
Pero no solamente vemos la promesa de despojarnos de nuestra carga, sino del pecado mismo. El creyente sabe que todo aquello que es bueno y no se hace es ya un pecado. Jesús mismo nos promete que puede liberarnos del pecado.
En segundo lugar, también observamos que se nos exige que corramos con paciencia. Cualquier atleta o fondista sabe que una gran carrera, de largo alcance se hace con paciencia. Muchos creyentes pierden de vista este principio y empiezan a correr en sus fuerzas de tal manera que en cualquier momento se cansan y abandonan la carrera. La Biblia nos enseña que la paciencia es parte del fruto del Espíritu Santo. No es "uno de los frutos", sino parte del fruto. Es decir, de un todo.
Pero la clave de la carrera del creyente en el mundo de hoy debe estar en la frase "puestos los ojos en Jesús" que nos habla el segundo versículo. No es un secreto, sino una ordenanza para tener éxito en la vida.
La finalidad del éxito está en la parte final del versículo 10 del primer capítulo de Hebreos, para que "participemos de su santidad".
En pocas palabras, el creyente debe despojarse de todo tipo de peso y pecado para correr con paciencia la carrera de largo alcance, puestos los ojos en Jesús para participar de la santidad.