PRONUNCIAMIENTO
Ante el pedido de algunos queridos hermanos que han sido miembros de nuestra iglesia y que mediante correos electrónicos han solicitado cierta información de los hechos que han sucedido en nuestra congregación, en mi calidad de periodista y creyente informó lo siguiente:
- Es verdad que hubo acontecimientos en nuestra iglesia ocurridos el año pasado y que es conocido por algunos otros creyentes que asisten a diversas congregaciones en Lima, provincias y extranjero.
- También es verdad que el año pasado hubo cambios ministeriales y que desde la madrugada del viernes 12 de febrero de este año, nuevamente se han dado otros cambios.
- Como congregación estamos superando algunas situaciones y que los únicos responsables e involucrados son los miembros de la iglesia.
En tal virtud, les ruego a mis amados hermanos, no seguir solicitando cierta información por las siguientes razones:
- Los hechos ocurridos en nuestra iglesia son de índole ministerial y congregacional. Sólo nos compete a nosotros mismos.
- No es correcto difundir cosas por la web, portales, correos y otros medios tecnológicos, porque se podría afectar la buena reputación de las personas, peor aún, si éstas carecen de pruebas fehacientes.
- No es verdad decir que estamos en peleas. Esa palabra supone carnalidad y hasta pecado por calumnias, y no es la realidad de nuestra iglesia.
- Lo que si es cierto es que estamos curando heridas derivadas de algunas acciones ocurridas durante años y conocidas recién en el 2009, y que eso requiere tiempo y mucha oración. Por esa razón, les rogamos vuestras oraciones no sólo para el cuerpo ministerial, sino a favor de la iglesia misma.
Herrmanos míos, me he visto obligado a escribir este pronunciamiento porque recibiendo correos y administrando un blog, que ahora lo comparto a título personal, me es impuesta la necesidad de decir algo, y porque, además, el periodismo así lo exige por ética.
También les informo que NO FORMO PARTE de ningún grupo y que sólo me baso en lo que diga la Biblia que es mi única regla de fe y práctica desde el día de mi conversión bajo el ministerio del pastor Rodolfo García en 1974, aunque desde niño recibí la Palabra.
Por lo tanto, les pido a algunos hermanos, especialmente familiares de los involucrados ministerialmente, dejarme de insultar e indisponer ante terceros. Algún día yo daré cuenta ante mi Dios de mis actos y de lo que escribo. Además, deseo ardientemente, mientras no ocurra la segunda venida del Señor, servirle con conciencia limpia en todo.
El Señor bendiga a cada uno de ustedes y perdonen mi franqueza.
Fraternalmente,
CESAR SANCHEZ MARTINEZ
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